Tributes

A René le encantaba estar al aire libre e ir de aventuras, el dejaba un pedazo de él dondequiera que iba, ya fuera su amabilidad, anzuelos de pesca, cherries, manzanas y todo tipo de objetos. Todos los veranos, durante la cosecha, conducía desde el oeste de WA hasta el este de WA y llenaba su carcancha 1998 Toyota azul de sandías, melones y elotes. Hacía estos viajes porque le ENCANTÓ la fruta y era una forma de dar a los demás. Mientras conducía por las montañas, se encontraba con amigos y familiares y les daba fruta. Se cuenta que René paró a echar gasolina en Ephrata y unos desconocidos le preguntaron qué hacía con tanta fruta. René respondió: "¿Qué les gustaría?" y comenzó a darles fruta mientras compartía dónde se cultivaban y las recetas que podían hacer. Tenía un don con la gente que te hacía sentirse querido. Su madre María se refería a él como "busca la vida", porque incluso de niño, creciendo en la pobreza, nunca volvía a casa con las manos vacías. Buscaba en las montañas salvajes de Jalisco nopales, pescados, cangrejos, cualquier cosa que la familia pudiera comer. Alrededor de 1986, René llegó a Estados Unidos en busca de una vida mejor, persiguiendo el sueño americano como tantos de nosotros. Se enfrentó a barreras culturales y lingüísticas, pero perseveró y aprendió por sí mismo a leer, escribir y hablar inglés. Siempre decía que aprendió a hablar inglés en las calles de California. En esas calles conoció amigos, pasó hambre y probablemente durmió. Estas calles le permitieron aprender un idioma que más tarde le ayudaría a convertirse en ciudadano estadounidense en julio de 1998. Quién iba a decir que este joven adolescente con tantos sueños y metas llegaría a tantos de nosotros. René era un católico devoto y se mantenía firme en su fe. Cuando fue a México para recoger sus hermanas para traerlas a los Estados Unidos, la gente que habían contratado para ayudarlas a cruzar, los abandonó. Entonces René se encargó de cruzar a sus hermanas. Las escondió en un trocque oscura con poca ventilación y, mientras la policía y los perros rondaban, René sostuvo un rosario en la mano y rezó durante horas para que llegaran a salvo. Rene es un líder valiente que siempre puso las necesidades de los demás a las suyas. Incluso si eso significaba que tenía que dormir en benes de manzanas cuando llegó por primera vez a Washington siendo un adolescente de 16 años. Él es la razón por la que muchos de nosotros tuvimos la oportunidad de una vida mejor para nosotros, nuestros hijos, nietos y generaciones futuras. Rene loved being outdoors and going on adventures, he left a piece of him everywhere he went, whether it was his kindness, fishing hooks, cherries, apples, and all other types of random items. Every summer during the harvest he would drive from Western WA to Eastern WA and would overfill his beat-up blue Toyota truck with watermelon, cantaloupe, and corn. The reason he made these trips is because he LOVED fruit, and it was a way for him to give to others. As he drove over the mountains he would meet up with friends/family and give them fruit. There is a story of Rene stopping to pump gas in Ephrata and some strangers asked him what he was doing with all the produce. Rene responded, “what type of fruit would you like” and began sharing with them where they were grown and recipes they could make. You see he has this way with people that made them feel loved. His mother Maria referred to him as “busca la vida”, “seeks life” because even as a child growing up in poverty he never came home with empty hands. He would forage through the wild mountains of Jalisco and find nopales (cactus), pescados (fish), cangrejos (crawfish) anything that the family could eat. In about 1986 Rene came to the United States for a better life, to chase the America Dream as so many of us did. He faced culture and language barriers but persevered and taught himself to read, write, and speak English. He always said that he learned to speak English in the streets of California. These streets are where he met friends, where he faced hunger, where he probably slept. These streets allowed him to learn a language that would later help him became a US citizen in July 1998. Who knew that this young teenager with so many dreams and goals would touch so many of us. Rene was a devoted catholic and held firm to his faith. When he went to Mexico to bring his sisters to the United States the people, they hired to help them cross, ditched them, Rene took it upon himself to guide his sisters to safety. He hid them in a dark trailer with little to no ventilation and as patrol officers and dogs roamed the area Rene held in his hand a rosary and prayed for hours that they would make it safely. He is a fearless leader who always put others needs before his. Even if that meant he needed to sleep in apple bins when he first arrived in WA as a 16-year-old teenager. He is the reason many of us had the opportunity of a better life for ourselves, our children, grandchildren, and generations to come.

Tributes

Rene Rodriguez Beltran

April 12, 1970 - June 14, 2024